Huelva rinde de nuevo homenaje a Miguel Báez "Litri"


Igual que cuando vestía de luces y se anunciaba en la Plaza de Toros La Merced, Miguel Báez Spínola Litri volvió a llenar en Huelva, en esta ocasión, para rememorar el treinta aniversario de su alternativa, que tuvo lugar en Nimes el 26 de septiembre de 1987. El torero onubense fue el protagonista de la primera jornada del XXVI Ciclo Los Toros de la Fundación Cajasol en la capital onubense.

De la mano del periodista Álvaro Acevedo, Litri recordó desde sus primeros pasos en el mundo del toro y lo muy difícil que se lo puso siempre su padre, hasta cada uno de los grandes momentos de su carrera. Y se detuvo, sobre todo, en su histórica alternativa que le concedió su padre con Paco Camino como testigo. “Fue alucinante todo lo que vivimos. Pero lo que más, que mi padre me dijera antes de empezar que me iba a dar un repaso y que al final me lo diera…”, reconoció Miguel Báez.

Cercano, cómplice y emotivo, Litri habló del privilegio y la responsabilidad de ser Litri, del torero que fue, de su vínculo con Huelva, de su admiración por los toreros con que compitió, de la necesidad que observa que tiene el toreo de modernizarse como espectáculo y de su seguridad en que ninguna campaña podrá nunca con el toreo: “Nadie puede acabar con aquello donde hay tanta pureza, tanta verdad y donde la gente se emociona como lo hace en los toros”, subrayó.

Durante su intervención, Miguel Báez Spínola descartó que haya pensado reaparecer para conmemorar el trigésimo cumpleaños de su alternativa y reconoció que, a día de hoy, sólo pensaría hacerlo “para dársela a mi hijo”, aunque también matizó que “por fortuna para mí, aún es pequeño y lo que le gusta es el fútbol”. Litri reconoció que de su carrera cambiaría haber toreado tanto durante tantos años seguidos. “Pasar varias temporadas de las cien corridas es una barbaridad. Eso no te ayuda a ser mejor torero. El toreo no puede ser autómata. Torear tanto como lo hicimos en aquel tiempo va en contra del arte, por ejemplo”, indicó el torero onubense, quien, en muchos momentos, levantó la ovación del público. Entre ellos, arropándole, varios toreros que coincidieron con él en las plazas como Paco Ojeda, Espartaco y Emilio Silvera. 

 

 

 

 

 

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